sábado, 13 de abril de 2013

Llegada de un anhelo

Después de dos años de casada, a los 32 años de edad empecé a pensar casi todo el tiempo en ti. Pero eso no empezó ahí. 

Podría empezar el inicio de la historia narrando cuando jugaba con mi muñeca nenuco. No me iré tan lejos. Empezaré en la época del chat de msn, cuando mantenías varias conversaciones a la vez con diferentes personas en diferentes ventanas. Un día, una de esas conversaciones marcó mi vida.  Era un lunes y estábamos comentando lo que habíamos hecho durante el fin de semana. - Estuve con la primera hija de mi tío y por primera vez quise ser papá. Me contó él a sus 25 años. ¿En serio un hombre de 25 años quiere ser papá? -¿Qué es lo que más deseas hacer en la vida? Pregunté. -Formar una familia. Contestó él.

De repente ese anhelo nació en mi también. La conversación me inspiró ternura. Me hizo saber que era un objetivo de vida hermoso y me hizo cambiar la perspectiva de mis ambiciones profesionales que tenía en ese momento. Esa plática por chat me hizo querer conocer a ese chico un poco más. Un chico que vivía del otro lado del Atlántico.

Luego de 4 meses de comunicación a distancia por Skype, chat y demás llegamos a la conclusión de que era hora de conocernos personalmente. Durante esos 4 meses nuestras conversaciones se habían vuelto más constantes y cercanas a pesar de la distancia. Eramos un poco más que amigos y sólo faltaba el hecho de vernos cara a cara y corroborar ese sentimiento que había crecido entre nosotros. Mientras esperaba ansiosa verlo salir de las puertas eléctricas de llegadas internacionales me imaginé algo. Imaginé que yo estaba esperándolo pero no estaba sola, estaba conmigo nuestro hijo. Desde ese primer encuentro no nos hemos separado.